Perplejo estoy
03/11/2017
Desde que los
señores independentistas catalanes decidieron tirarse al barro, no salgo de mi
asombro, como digo perplejo[1]
me tienen.
Podría decir que
esto lo veía venir, pero seguramente mentiría, porque llegar hasta este estado
ignominioso[2] en
el que nos encontramos, no se lo imagina ni Spielberg.
Supongo
que, ahora sí, el resto del mundo está situando Cataluña en el mapa con todo
este vodevil[3] al
más puro estilo español, si no lean Spanish
Judge Jails 8 Catalan Separatists Before Trial hoy 3 de noviembre de 2017
en el New York Times.
Pero ¿qué
esperaban esta gente? ¡Qué el Gobierno Central y la Justicia se mantuvieran al
margen, qué la Constitución no se pusiera en marcha! Se habían creído su propia
ensoñación[4],
se habían creído sus propias mentiras, que a fuerza de repetirlas durante los
últimos 25 años, se harían realidad por arte de magia.
Pues no,
señores, ¡sorpresa! La Justicia con mayúscula se les ha caído encima con todo
el peso de la Ley, por mucho que intenten convencernos en España hoy por hoy el
Poder Ejecutivo y el Poder Judicial son tres de las patas en las que se
sustenta nuestra Democracia, el otro es el Legislativo que es el que hizo la
Ley que les han aplicado: la Constitución de 1978 aprobada en referéndum el 6
de diciembre del mismo año.
Cada día
tiene su afán[5]
por hacer el ridículo.
Si
observamos con la boca abierta cuando el Parlamento catalán aprobaba la Ley de
Transitoriedad[6] sin
la Oposición legalmente elegida, por cierto suspendida por el Tribunal
Constitucional[7].
El referéndum ilegal del 1 de octubre, en el que se apoyan diciendo que el
pueblo catalán les dijo mediante sus votos que declararan la independencia.
Pero ¿es que se creen que somos tontos? Según el periódico La Vanguardia[8]
con el 41,23% de la participación, 1.438.682 votantes dijeron SÍ a la
pregunta ¿Quiere que Cataluña
sea un Estado independiente en forma de república? Con eso tienen suficiente para declarar
unilateralmente la independencia, alegando que el pueblo de Cataluña se lo ha
exigido en el referéndum ¿Y los 2.533.382 catalanes restantes con derecho a
voto no cuentan? Pero ¿es qué no vimos por televisión el chanchullo[9]
que llevaron a cabo? Vamos decidieron
que sacarían un SÍ, sí o sí. Y luego se quejan de lo que ocurrió después. Es lo
que buscaban. Son los reyes del circo.
Pero no para la cosa, son contumaces[10] o quizás debería decir tontumaces[11]. Declaran unilateralmente la in-den-pendencia[12] con la mitad del Parlamento catalán fuera del hemiciclo y opuestos a hacer algo ilegal, incluído uno de los consejeros dimitido pocas horas antes por estar en contra de esta deriva que los llevaba al precipicio. Precipicio que han alcanzado unos días después.
Ahora se
quejan de que son “presos políticos”. No, señores. Sois políticos presos, que
habéis renegado de vuestro juramento y el peso de la Ley se os ha caído en toda
la cocorota[13].
Así que, ajo y agua[14]
Ahora lo único que nos queda es aguantar durante los días sucesivos la matraca que hizo que el preso de confianza que le pusieron a Jordi Sánchez pidiera un cambio de celda. Nuestro problema es que no podemos alejarnos de este tema por mucho que queramos. Lo tenemos hasta en la sopa y lo que nos queda.
¿Continuará? Según.
[3] Comedia frívola, ligera y picante, de argumento basado en la intriga y elequívoco, que puede incluir números musicales y de variedades
[7] El Tribunal
Constitucional (TC) es el
órgano constitucional español que ejerce la
función de supremo intérprete de la Constitución, regulado en el «Título IX» de la carta magna —artículos 159
a 165—, así como en la Ley Orgánica2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional (LOTC),
modificado por la Ley Orgánica 6/2007 de 24 de mayo.
[11]
Persona que a pesar de saber que no tiene razón es tonto del culo y lo sabe,
pero mantiene su tontuna.
[12]
Cancioncilla que canturreaban los filoetarras en su momento más álgido de
tontumancia.
[14] Que te fastidies es el primer significado que creemos esconde
el refrán 'Ajo y agua' y, aunque guarda
cierta relación con lo que tenemos entendido desde hace años, la cosa va un
poco más allá, concretamente a Ajo(derse) y agua(ntarse). Ahí tenemos el verdadero significado: a
joderse y a aguantarse.
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