La Bolsa de Trabajo del Ayuntamiento de Mérida

Nuestro Ayuntamiento ha decidido ser justo con los cientos de personas que desean trabajar para la Administración Municipal. La Autoridad pertinente promociona una Bolsa de Trabajo para cubrir todos los puestos de trabajo que en el presente o en el futuro necesite la administración pública municipal.
La idea parece buena, aunque, es intrínsicamente perversa.

Cientos de personas se apuntan a la idea, pues los más variopintos trabajos están encuadrados dentro del listado de necesidades, y si no, véase este listado de la página web del Ayuntamiento de Mérida (http://www.merida.es/bolsa-de-trabajo): Auxiliar de Puericultura, Oficial de Pintura, Trabajador Social, Educador Social, Dinamizador Socio-cultural, Auxiliar de Ayuda a Domicilio, Animador de Barrio, Oficial de Jardinería, Conductor, Monitor de Aerobic, Monitor de F.P.O., Operario, Psicólogo, Periodista, Limpiador/a, Socorrista Monitor, Monitor de Gimnasia Rítmica, Monitor de Natación, Monitor de Gimnasia Deportiva, Auxiliar de Biblioteca, Oficial de Forja, Oficial de Albañilería, Oficial de Carpintería, etc..
Con una solicitud expresa más un currículo ya estás apuntado a la Bolsa de Trabajo; eso sí, una vez evaluado todo este primer proceso, se deben hacer unos exámenes de capacitación.

¿Por qué la idea es buena? Porque parece transparente. Porque tras este listado, el pueblo ve que la actividad político-municipal deja entrever una transparencia justa, intachable, conocedora de sus necesidades y carencias.
Pero profundicemos un poco en el asunto de los papeles.
El proceso de evaluación de todo ese papeleo, es decir, transcripción informática, evaluación de la veracidad de los currículos, etc es función de los administrativos propios del Ayuntamiento. Supongo que éstos serán concienzudos para evaluar la veracidad de esa gran cantidad de documentación que se les habrá acumulado, puesto que la Bolsa de Trabajo no se conformará con lo que digamos el pueblo llano, porque en este país nuestro somos muy pícaros. ¿Están capacitados para comprobar que todo es cierto? Tengamos en cuenta que el listado de necesidades es muy dispar, que no son solamente unas decenas los solicitantes, que el tiempo apremia, que es una primera criba muy importante.
Si éste es el trabajo que ahora están haciendo, que se ve que es mucho y de mucha responsabilidad, ¿qué hacían antes de que aflorara esta buena idea? ¿Se les ha apartado de su trabajo habitual para comenzar con el de la Bolsa de Trabajo? ¿O se les pagan horas extras?

Una vez realizado todo el trabajo administrativo, debe comenzar el trabajo propio de selección y ésta empieza con un examen.
¿Quién ha preparado el temario y con qué criterio? En este aspecto nos encontramos de nuevo con la diversidad de puestos de trabajo que hay en la mencionada Bolsa y, por tanto, los distintos tipos de exámenes a diseñar, siempre con el ánimo de ser justos, transparentes y conocedores de las necesidades y carencias.
¿Quién evalúa a los examinados? Supongo que serán los mismos que han diseñado el examen, claro está. Si éste es el trabajo que ahora están haciendo, que se ve que es mucho y de mucha responsabilidad, ¿qué hacían antes de que aflorara esta buena idea? ¿Se les ha apartado de su trabajo habitual para comenzar con el de la Bolsa de Trabajo? ¿O se les pagan horas extras?

Una vez terminado todo el proceso, deben salir unas listas baremadas en el que se hayan tenido en cuenta no sólo las notas de este examen concienzudamente diseñado para cada necesidad laboral, sino también el currículo presentado por cada aspirante. ¿Cómo se puntúa ese currículo? ¿Cuánto vale cada curso, seminario, experiencia, etc?

La Bolsa de Trabajo fue una buena idea, que salió en unas fechas en la que se veía la necesidad de cubrir plazas en esta época estival en el Ayuntamiento de Mérida.. Fue una puerta a la esperanza de trabajar, aunque fuera en verano, de muchos jóvenes y no tan jóvenes, en oficios más o menos veraniegos, pero que debido a la tan traída y llevada justicia social y transparencia, se ha convertido en un ente pesado, injusto, poco práctico e intrínsicamente perverso, porque se le ha dado esperanzas a un montón de gentes que con sólo ver las colas que se producen en todo el proceso, quedan marcadas por la desilusión nada más comenzar. Si a ésto le unimos el tufillo de cierto tongo, al ver como esos puestos veraniegos siguen siendo cubiertos con prisas, sin ese control transparente que se necesita para ser justo e intachable, nos encontramos instalados y de nuevo en la DESILUSION.
¿Cómo se están cubriendo esos puestos vacantes veraniegos, o bien debido a vacaciones del personal de plantilla o trabajos propios de estas fechas del año? Pues como siempre, amigos del amigo de mi amigo.

¿Por qué el Ayuntamiento se convierte en una Oficina de Empleo? ¿Por qué el Ayuntamiento gasta recursos humanos y materiales (todos ellos económicamente onerosos para sus arcas) en formar una Bolsa de Trabajo que no es práctica? ¿Por qué no piden los trabajadores necesarios a los entes públicos o privados especialistas en el asunto del empleo? Se imaginan que cada empresa privada tuviera su propia Bolsa de Trabajo justa e intachable y desviara parte de sus recursos económicos para sustentarla con una base firme?

La idea es buena, pero poco práctica y dinámica.

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